La industria de la construcción busca constantemente formas de mejorar la productividad, la seguridad y la calidad. Un método poderoso, aunque a menudo infrautilizado, es el Estudio de Primera Ejecución, un enfoque basado en datos para la mejora continua basado en el ciclo Planificar-Hacer-Verificar-Ajustar (PDCA). Este método, popularizado por los principios de la construcción eficiente y del que fueron pioneros figuras como W. Edwards Deming y Taiichi Ohno, aprovecha la observación directa y el aporte de los trabajadores para refinar los procesos de trabajo de manera sistemática.
El ciclo PDCA: una base para la mejora
El ciclo PDCA, también conocido como ciclo de Deming, es un método científico para impulsar la mejora. Comienza con Planificar un cambio, luego Hacerlo (implementarlo), seguido de Verificar los resultados y, finalmente, Ajustar el proceso en función de lo aprendido. Este enfoque iterativo garantiza que las mejoras se basen en datos del mundo real, no sólo en conjeturas.
Estudios de primera ejecución: observación del trabajo en acción
El Estudio de Primera Ejecución lleva este ciclo un paso más allá al centrarse en la observación directa del trabajo en su entorno natural. Taiichi Ohno, el arquitecto del sistema de producción de Toyota, utilizó este enfoque estando en el taller y analizando los procesos de primera mano. Los fundadores del Lean Construction Institute, Glenn Ballard y Greg Howell, formalizaron este concepto en su publicación de 1997, “Implementing Lean Construction”.
Cómo funcionan los estudios de primera ejecución: un enfoque paso a paso
La implementación de un estudio de primera ejecución implica cuatro pasos clave:
- Planificar: Seleccione una actividad repetitiva o de alto riesgo para estudiar. Reúna a los trabajadores directamente involucrados y haga una lluvia de ideas sobre el método de trabajo más eficaz, priorizando la seguridad, la calidad y la productividad.
- Hacer: Grabar la actividad utilizando un equipo de video estándar. Capture los ciclos completos del trabajo (por ejemplo, instalación de paneles de yeso, incluida la planificación, medición, corte e instalación) en un período de 10 a 20 minutos.
- Verificar: Incluir a los trabajadores en el proceso de revisión. Divida la actividad registrada en tres categorías: valor, falta de valor necesario y desperdicio. Identificar áreas de mejora.
- Ajustar: Diseñar un nuevo método de trabajo basado en los comentarios de los trabajadores. Esto fomenta la innovación y fomenta la comunicación abierta.
Superar la resistencia: abordar las preocupaciones de los trabajadores
El mayor desafío suele ser lograr la aceptación de los trabajadores. Es crucial enfatizar que estos estudios están diseñados para ayudar a los trabajadores a mejorar sus procesos, no monitorearlos ni controlarlos. Las preocupaciones comunes incluyen el miedo a los despidos o a un mayor escrutinio. La comunicación transparente y el enfoque en la mejora colectiva pueden mitigar estos temores.
Resultados tangibles: beneficios en el mundo real
Los estudios de primera ejecución ofrecen resultados mensurables:
- Mejora de la productividad laboral
- Identificación de peligros de seguridad mejorada
- Inventario y almacenamiento de materiales optimizados.
- Mejor selección de herramientas y equipos.
- Reducción del tiempo de espera y desperdicio.
- Aumento de la moral de los trabajadores y la satisfacción laboral.
- Disminución del retrabajo y calidad mejorada.
- Calendarios de proyectos más cortos
Lecciones clave aprendidas: la base para un cambio duradero
Las lecciones más importantes son simples pero poderosas:
- Ve y mira (Gemba): Observa el trabajo de primera mano.
- Pregunte ¿Por qué?: Cuestione los supuestos.
- Mostrar respeto: Valorar las aportaciones de los trabajadores.
- Involucrar a los trabajadores: Hazlos parte de la solución.
- Ver Desperdicio: Identificar ineficiencias.
- Mejorar (Kaizen): Realiza cambios pequeños y continuos.
- Crear estándares: Documentar las mejores prácticas.
- Repetir: La mejora continua es un proceso continuo.
Conclusión
El método de estudio de primera ejecución es un enfoque práctico basado en datos para la mejora continua en la construcción. Al involucrar activamente a los trabajadores y aprovechar la observación directa, las empresas pueden lograr ganancias significativas en productividad, seguridad y calidad. La clave es tratar a los trabajadores como expertos, escuchar sus opiniones y empoderarlos para impulsar un cambio duradero.
